Obispos paraguayos piden la gracia de un «Paraguay sano»

Inicia con las palabras del Apóstol Pablo escogidas por el Santo Padre para la Bula que convoca el Año Jubilar, el Mensaje de la Conferencia Episcopal Paraguaya (CEP)  al finalizar su 244ª Asamblea General Ordinaria, la semana pasada. Remitiéndose a su Carta Pastoral de noviembre de 2024, los obispos observan, a la luz de la esperanza cristiana, los signos del tiempo de la realidad en Paraguay: “signos de crisis y dolor, que nos desafían para sostener la esperanza que no defrauda”, afirman. No obstante, ven igualmente «signos que nos animan y llamamos a seguir alimentando esta virtud cristiana con acciones, con actitudes que acerquen en la caridad, la misericordia, la fraternidad y la solidaridad”.

Justicia para asegurar convivencia pacífica y fraterna

“Acompañamos la crisis y el escándalo que envuelve y afecta a los poderes del Estado, ante las denuncias de tráfico de influencias y el poder del narcotráfico. Vemos que la corrupción busca manipular y debilitar el sistema democrático, en favor del lucro mal habido de personas y grupos de poder egoístas, que pueden torcer la justicia según sus deseos”, escriben. Los pastores indican también el “deber sagrado” de defender y hacer justicia “para afirmar la dignidad de todos y asegurar la convivencia en paz y fraternidad, propiciando la equidad, la rectitud, la imparcialidad y la moderación en las relaciones sociales, en el acceso a los bienes necesarios de todos y a las oportunidades de desarrollo presente y futuro”.  «Queremos alimentar la esperanza, exhortando a las autoridades nacionales y a todos los ciudadanos, al compromiso indeclinable con la verdad, la justicia y la caridad. Necesitamos signos que desarticulen la trama corrupta que atenta contra el recto funcionamiento de las instituciones del Estado”, sostienen.

Sanar la democracia con la colaboración de todos

Para los obispos paraguayos es “imperativo que la Carta Magna de la Nación Paraguaya, nuestra Constitución Nacional, sea respetada y cumplida, asegurando el equilibrio y la separación de poderes para el servicio honesto a la Patria. Para fortalecer la confianza ciudadana, se debe sanar nuestra democracia con la colaboración de todos, ciudadanos y autoridades, servidores del bien común”.

En comunión con el Papa

En este tiempo de Cuaresma, “unidos al Santo Padre, en su convalecencia y en su magisterio”, señalan la necesidad de la triple conversión indicada por el Papa en su Mensaje de Cuaresma: la conversión a la vida mejor en el amor, la verdad y la justicia, la conversión a la fraternidad y al cuidado de lo que nos rodea y finalmente, la conversión a la esperanza.

Sembrar semillas de esperanza  

Antes de concluir su Mensaje, los obispos paraguayos invitan a seguir “sembrando juntos, con actitud sinodal, semillas de esperanza, especialmente en el cuidado de la casa común”.  Debemos velar – exhortan – que la actividad extractivista, tanto en la explotación extensiva del campo como en emprendimientos de minería, se enmarquen en el respeto al medioambiente y en la justicia social, y que se proteja a indígenas y campesinos de desalojos violentos, que amenazan la integridad y la dignidad de las personas.

Finalmente, expresan el deseo de que “el Señor nos regale la gracia de renacer en su Pascua, y de ver en su misericordia un Paraguay sano”.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *